Gabriel Slavinsky

Argentina: Una historia que terminaría en Octubre

Por Gabriel Slavinsky

Análisis y recopilación de eventos de la situación política Argentina, cómo fue la historia para llegar a donde estamos.

Repasemos

Cambiemos arrancó su gobierno con altas expectativas, transitaron con aplomo varios momentos complicados. Prometieron el segundo semestre, la luz al final de túnel, los brotes verdes y que estaban las bases sólidas para el crecimiento. Los primeros tres años, el peronismo estaba desaparecido de la escena y Macri se encaminaba indefectiblemente a su reelección.

Antecedentes del momento zero.

En pocas palabras… El 28 de Diciembre de 2017, se anunciaron metas ambiciosas de inflación del 15 a 5% para los años siguientes… Luego, hubo de todo: cuadernos, prisiones preventivas, G20, murió De la Sota, cadena perpetua para Nahir Galarza, el Ara San Juan. Mirá como nos ponemos con Thelma, se retiró Manu, pañuelos celestes vs verdes…

Mayo y agosto de 2018

Y sucedió un pequeño conflicto, unos saltos del dólar en Mayo y Junio. En Agosto y desde Olivos, el presidente nos informó que habíamos tenido una crisis de confianza sobre la capacidad de pago en la deuda externa para 2019, por lo que recurriríamos al FMI, para adelantar los fondos para abonar los vencimiento y nos explicó que las “situaciones tormentosas” hay que atravesarlas y él estaría allí para cuidarnos.

 

En 48 horas el dólar pasó de 28 a 42 y comenzó la campaña…

A partir de ese momento, “no le encontraron la vuelta”, pero como el peronismo no se unía, el techo de CFK era más robusto que el piso de votos, Massa no podía amalgamar a la Alternativa Federal y ni se lo cruzaba por la cabeza un retorno al kirchnerismo. Para el gobierno iba todo OK por los parecidos y conocidos carriles de 2015.

La gran mayoría de las encuestadoras seguían pronosticando desde Agosto de 2018 hasta Febrero de 2019 que Cambiemos estaba por arriba del Kirchnerismo y era favorito, en una posible segunda vuelta. Todo muy parejo, pero en este contexto de crisis no se podía pedir más. El gobierno seguía siendo competitivo, por lo que cualquier mejora en la economía sin dudas traería el alivio electoral.

Macri abrió las sesiones ordinarias del Congreso y cambió su estilo, fue más vehemente, hasta pareció enojado, con gritos, arengando… en algunos programas de TV se lo notó incomodó, falto de timing para responder, sobrepasado por la situación, luego en el gabinete ampliado en el CCK volvió con las arengas y hasta se permitió algún toque de humor.

Y en el interior

Las provincias comenzaron a desdoblar las elecciones para separarse de la marca Cambiemos y de la imagen del presidente, para no quedar pegados Generalmente ganaron los oficialismos.

No había indicio de que las batallas regionales fueran similares a la guerra nacional. A esta altura Macri decidió no permitirles el desdoblamiento ni a Vidal ni a Rodríguez Larreta; “Si llegamos juntos, quemamos las naves en conjunto, Nación más la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires”. Mejor defender la presidencia, aunque haya un riesgo mayor. Decisiones son decisiones.

Combate a la crisis

La estrategia era clara, tener muchos dólares de respaldo para aguantar cualquier embate de la realidad, pero no fueron meses fáciles. Inflación por arriba del 2,5% todos los meses, dólar inquieto, con pequeños períodos de calma e índices negativos de todo tipo.

La imagen presidencial en caída, se activa el plan V (plan B), con cada mala noticia, la insistencia de mirar a otro lado, dentro de Cambiemos.

Del otro lado, Cristina casi sin hablar, ni jugar, solo visitas a Comodoro Pi y viajes a Cuba para ver a su hija Florencia.

El mensaje Cambiemos (JxC)

Estamos en la mitad del río, redoblemos esfuerzos, juntos podemos seguir, construimos las bases, lo hicimos demasiado lento al comienzo, sabemos que es un periodo de sufrimiento… Pero del otro lado: hay corrupción, manipulación, autoritarismo, agresividad constante… Son el pasado

Y se rompe el tablero de juego

El 18 de Mayo de 2019, a través de un video en Twitter, Cristina Fernández de Kirchner, se baja a la vicepresidenta, solicitando a Alberto Fernández que protagonice la función electoral en el rol de presidente. Lo que demostró amplitud, reforzó la polarización y dio una chance desde el minuto 1 a Sergio Massa para unirse al frente, que termino llamándose de Todos.

La mesura del tono en las declaraciones de Alberto generó cierto impacto, colocó a la figura de CFK, en un real segundo plano, aplacó lo peor del discurso confrontativo, del estilo reivindicativo de la ex presidenta y con mucha capacidad logró sobrellevar las contradicciones a las que lo enfrentaron. Realmente lo hizo bien. No era una tarea fácil.

En espejo

Macri le pide a Pichetto que sea su vice. Mata el Plan V y comienza una remontada a partir de la confirmación de su candidatura, el dólar se calma… un poco sobre la fecha.

Las encuestas colocaban a la fórmula oficial 3 a 6 puntos por debajo de FF pero con altas chances en la segunda vuelta de noviembre.

Y llegaron las PASO…

Ahora lo que sucede es una película repetida en la Argentina. Esperemos que tenga otro final.

Las conclusiones

Las crisis se combaten con acciones concretas y la comunicación de esas medidas. En Agosto del 2018, se explicó a la ciudadanía que habría un retorno al FMI. Se encendió la alarma. No hace falta explicar lo que implican esas palabras para el corazón y el recuerdo de los argentinos.

Los silencios de CFK mientras Cambiemos se revolcaba con los problemas económicos e índices financieros fueron muy hábiles, no se tentó… creció lento, pero sostenidamente por casi 6 meses consecutivos sin exponerse en lo más mínimo.

Una vez alcanzada cierta calma económica, Cristina pateó el tablero, con la noticia de que se bajaba a la vicepresidencia. Y obligó a Cambiemos a trabajar económica, política y electoralmente.

Macri y compañía, muy ocupados con la crisis, tuvieron un problema adicional: la incertidumbre electoral. Su rival era otro, más moderado: Alberto Fernández.

Massa tenía una llave que abría una puerta determinante que se llamaba “Unidad” y la usó, a pesar de muchas declaraciones en otra dirección. Unió al peronismo con su decisión del retorno. Seguramente sometiendo algún ideal y padeciendo un desgaste en su propia imagen.

Las encuestadoras

Fallaron. La herramienta no se pone en duda, porque a la mayoría les daban números similares. Sin embargo, faltó oficio para deducir que podría existir una situación extrema en un contexto tan crispado.

La corrupción K no está a la altura de la economía M en el balance de prioridades de los argentinos.

Para tener en consideración:

  • El voto vergüenza que no aparecía desde 1995
  • Ese ocultamiento generalmente es hacia el oficialismo
  • No se tuvo previsto que una porción de la ciudadanía pueda callar el voto K
  • El votante Massa pudo no haber “ocultado” su decisión electoral, por estar en desacuerdo con su líder a pesar de que lo acompañó con el voto

Para finalizar

1

Si se hubieran notado esos 15 puntos porcentuales de diferencia previamente, la estrategia electoral hubiera sido diferente, sin dudas.

2

Nada peor que muchos mensajes bien segmentados, constantes, personalizados con un contenido errado. El problema no fueron las redes sociales, la big data, la cuestión fue más profunda, un claro error de diagnóstico.

3

Alberto fue la figura esperanzadora y que generó confianza con su discurso mesurado en el tono, seguro y convincente. Se defendió con cara de póker de cualquier contradicción del pasado, lo explicó una y otra vez sin equivocación. De los cuatro fue el que ganó más adeptos. Se mostró negociador con los empresarios, contemplativo con los antiguos rivales, en la búsqueda de calma hacia los mercados, lógico con el FMI.

4

Desde Cambiemos buscaron mostrar los innumerables logros de gestión y obras. El posicionamiento era claro, mostremos los cimientos de una gran Nación, asentemos las bases, la gente con menos dinero igual entenderá…

5

Las encuestas confirmaban esa creencia. Los números eran verosímiles, confirmatorios de lo que sucedió en las PASO 2015. La campaña de mensajes de JxC atacó duramente al Kirchnerismo por cuestiones muy sensibles como la honestidad, transparencia (“Se robaron todo, devuelvan la que se robaron, chorros”, “Autoritarios”, etc.) y lograron una suerte de voto oculto, por el cual muchos de los que apoyaban a FdT, finalmente lo hicieron donde debían: en el cuarto oscuro. ¿Un 8% o 10% quizá?

6

El Frente de Todos logró explicar que estaban todos. Mostró unidad. Amplitud. Intenciones de compartir un espacio que era chico y se fue agrandando. Bajarse a la vicepresidencia por parte de CFK, no solo es estratégico, corrió el eje de ataque. En ese punto había un frente que se unió, se llamó peronismo (perdón FdT)

7

Los dirigentes peronistas pidieron a gritos la unidad. Pedían que CFK no fuera candidata. Parecía una quimera. Algo imposible. Como en toda negociación, todos cedieron algo y lo ganado es mucho mayor que lo perdido. Obtendrán un gran premio con mucho para repartir.

8

La gran ganadora, no hay dudas. Hay que decirlo. Es Cristina Fernández de Kirchner. Ella colocó a Alberto Fernández. Se corrió del centro para quedar en el centro. Conservó la centralidad. Se tomó el atrevimiento de decir algunas palabras fuera de la estrategia de moderación y mesura.

Fue ella, la que eligió la mejor posición, para no cambiar su estilo.

Esta novela tenía tres capítulos, agosto, octubre y noviembre. El primero tuvo varias sorpresas y obligó a redefinir diversas estrategias.

Finalmente, aún hay mucho camino por recorrer.

 



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