01 Oct Las decisiones políticas
Por Gabriel Slavinsky
La teoría del caos, el pensamiento mágico y la comunicación política.
La teoría del caos manifiesta que en los sistemas complejos, las posibilidades de establecer predicciones a futuro son tendientes a cero. O sea que ante un escenario complicado es difícil generar pronósticos. Cualquier mínimo asunto puede desplegar alteraciones significativas.
El pensamiento mágico opera diferente. Se trata de una forma de razonar que se sostiene en supuestos no basados en evidencias empíricas o científicas. Más bien se asientan en verdades sobrenaturales, informales o fortuitas.
De alguna manera, se considera imposible vaticinar lo que sucederá. En ambos casos implica inseguridades y ansiedades mirando al futuro.
Ante el complejo escenario político nacional muchas veces se cae en la tentación de tomar el camino de la improvisación constante basado en cierta medida en ambos tipos de pensamiento.
Hay dirigentes que ejercen el pensamiento mágico o se entregan a la improvisación ya que presumen que impera el caos. Creen que nada es previsible, por lo que sus decisiones son errantes y en general dotadas de demasiado grado de espontaneidad sin plan alguno.
La respuesta habitual es “hacemos lo que podemos”, “en este país nunca se sabe”, “vamos viendo a medida que van pasando las cosas”, “no se debe planificar nada en Argentina”, “hacer futurología es imposible acá”. Sin embargo, frases de este estilo pueden llevar a la ruina.
La política es una ciencia en la que participan muchos factores y su análisis no es tarea fácil, pero no por ello deben dejar de considerarse la mayor cantidad de aristas posibles, intentando establecer ciertas evidencias, axiomas.
Se trata de partir de algunas premisas que nutren de solidez lo que se intenta desarrollar o programar. Sin estructura no hay posibilidad de edificación.
La política requiere de bases lo más consistentes posibles, diagnósticos, planificaciones, objetivos puntuales y ejes mantenidos en el tiempo. Entregar la organización al azar, el caos o la magia es empezar a perder el control del futuro de nuestra Nación.
Grave error.
Demasiado habitual.