Celebro este democrático día. Ojalá sea un festejo que impulse un trabajo en conjunto hacia el futuro. La sociedad necesita calma, certidumbre y previsibilidad; los líderes tienen la responsabilidad de apreciar esta situación con el objetivo de brindar tranquilidad y seguridad para continuar en el camino de la construcción de un país mejor.
TODOS y JUNTOS podemos ir UNIDOS al nuevo desafío que nos espera, conociendo que la diferencia enriquece la conversación con el fin de que los consensos se sostengan en el tiempo.
Es el momento de dejar de echarle la culpa al otro con el objetivo de intentar comprender en qué pudo tener razón. Ya es hora de dejar de satisfacer el ego personal, priorizando la autocrítica por sobre el ataque.
Hoy, dos presidentes se darán la mano, quizá un abrazo. Son gestos y señales que tienen sentido solamente si posteriormente pueden estar a la altura de las circunstancia e investiduras. La historia se los exige.
No hay colores partidarios cuando aparece la bandera celeste y blanca, al tiempo de entonar el himno o gritar un gol de la selección. Hoy la dirigencia tiene la nueva y enorme oportunidad de trabajar por una Argentina Mejor.
Les deseo claridad. Mesura. Calma al hacer y justeza al declarar. Perseverancia, prudencia. Esfuerzo y pensamiento estratégico.
Mi hija, Dios y la patria se los demanda.