25 Feb Militancia digital y campaña electoral.
Por Gabriel Slavinsky
Estamos en un año electoral y cada elemento de la campaña es analizado por los medios y la ciudadanía con gran atención. En los últimos meses han trascendido varios casos de agresiones digitales en redes sociales; fuertes comentarios negativos dirigidos candidatos. Los dirigentes de mayor trayectoria ya poseen la experiencia para manejar estas situaciones (tienen equipos de respuesta, protocolos de acción, personas que contestan en su nombre). Algunos eligen ignorarlas, otros, más apasionados o menos entrenados, pueden sentir el impacto y se trenzan en la batalla 2.0.
Cualquier candidatura tiene varios niveles que deben trabajarse y organizarse. El candidato y su núcleo duro. El equipo político y el de comunicación. La militancia territorial y digital.
Facebook, Instagram, Whatsapp e Internet en general, son canales de comunicación que cada vez son menos subestimados. La centralidad de la campaña ha pasado a ser digital. No hay ningún otro medio en el cual haya movimiento diario de todos los dirigentes políticos, desde un candidato a concejal hasta el Presidente de la Nación.
Mucho se habla sobre trols, bots y perfiles fakes. El significado de trol se ha extendido a toda persona que ataca de modo sistemático en el mundo digital, ya no está solo asociado a militantes pagos por la oposición. Bots son robots, máquinas preparadas para responder mensajes, reproducir contenido o replicar informaciones, en general son utilizados con fines positivos, aunque ya nadie asegura que no exista más de un atacante virtual dando vueltas por allí. Por últimos, los perfiles fakes, son usuarios de redes creados con el fin de desinformar, manipular y propagar datos que beneficien la figura de un político o perjudique la de otro.
La militancia digital pasa por otro lado.
Son personas de carne y hueso comprometidas con la causa, la idea o el líder, que se diferencian de los seguidores, fans o votantes porque pasan a la acción, en el territorio, o en el espacio 2.0 de modo organizado y sistemático. Verdaderos activistas.
La organización y la coordinación de la militancia es un desafío pendiente. No son muchos los grupos capacitados en el arte de la ciencia política, las tácticas de propaganda, estrategias de debate digital o defensa de cyberataques. Estos puntos y muchos otros, son más que una necesidad, se trata de requerimiento, casi herramientas de trabajo porque marcan la diferencia entre ganar y perder la batalla en Internet.
Son el cyber ejército detrás líder, le cuidan las espaldas. Sus comentarios pueden ser contundentes, potentes y certeros. A veces se “pasan de rosca” aunque no es recomendable.